Situado en la Argólida, una zona periférica de Grecia en la región del Peloponeso, cerca del templo de Asclepio, precisamente para celebrar las Asclepias: celebraciones que podían incluir juegos gimnásticos y escenificaciones. Fue proyectado en el 330 a.C. por el arquitecto y escultor Policleto el Joven
Su localización se debe a la existencia cercana de este templo y santuario de Asclepios, dios de la medicina, y a la costumbre de edificar teatros cerca de estos lugares, de gran peregrinación, además de otros edificios de culto.
Su organización espacial es común a otros teatros, con diferentes zonas según la relevancia social y mostrando la particularidad de tener asientos con respaldo y reposabrazos para los espectadores más dignatarios. En cuanto a la eskene, escena, existen discrepancias sobre su forma y funciones, aunque probablemente se tratase de una edificación alta, porticada, rectangular, de orden jónico, y con dos salientes laterales que la cerraban.
Esta imponente edificación posee una cavea, tanto el paisaje boscoso de pinos, como por la utilización de la ladera en la que se ubica. Podía acoger a unos 15000 espectadores, y además con una perfecta acústica.
La construcción, que constituye el modelo de muchos teatros griegos, presenta una concha de 120 m de diámetro y 24 de desnivel, dividida en dos zonas alta y baja. La zona externa, que se añadiría años más tarde, con más declive que la interna. La alta tiene 22 cuneos y la baja 12, con 20 gradas cada uno, divididas como radios que parten del centro de la orchestra, que es perfectamente circular mientras que la cavea sobrepasa ligeramente el semicírculo. Sin embargo si plantea ciertas variaciones simétricas en la anchura de los cuneos o en la curvatura de los arcos que tal vez puedan interpretarse análogamente a las correcciones ópticas en otros edificios.
En cualquier caso, la organización es estricta y aparece regida por leyes geométricas de las que se deriva su armonía, una serie de propiedades matemáticas y de proporciones como la regla áurea, que muestran la sutileza con la que el arquitecto abordó las soluciones constructivas.
Esta imponente edificación posee una cavea, tanto el paisaje boscoso de pinos, como por la utilización de la ladera en la que se ubica. Podía acoger a unos 15000 espectadores, y además con una perfecta acústica.
La construcción, que constituye el modelo de muchos teatros griegos, presenta una concha de 120 m de diámetro y 24 de desnivel, dividida en dos zonas alta y baja. La zona externa, que se añadiría años más tarde, con más declive que la interna. La alta tiene 22 cuneos y la baja 12, con 20 gradas cada uno, divididas como radios que parten del centro de la orchestra, que es perfectamente circular mientras que la cavea sobrepasa ligeramente el semicírculo. Sin embargo si plantea ciertas variaciones simétricas en la anchura de los cuneos o en la curvatura de los arcos que tal vez puedan interpretarse análogamente a las correcciones ópticas en otros edificios.
En cualquier caso, la organización es estricta y aparece regida por leyes geométricas de las que se deriva su armonía, una serie de propiedades matemáticas y de proporciones como la regla áurea, que muestran la sutileza con la que el arquitecto abordó las soluciones constructivas.
Encajado perfectamente en la ladera de la montaña, el sol ilumina a los actores mientras la cavea tiende a quedar en sombra, unido a la acústica y visibilidad así como su integración abriéndose magníficamente al paisaje, hacen de este teatro un compendio de las intenciones de la filosofía griega de unidad de todas las partes, como medio para encontrar la armonía.
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Web de Arte España www.artespana.com
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Imágenes: Wikipedia, www.juntadeandalucia.com