"Los niños deben tener un cuarto donde puedan hacer lo que quieran, en el que ellos reinen. Todo lo que haya allí les debe pertenecer, deben poder crear con su fantasía sin ningún impedimento exterior, sin la advertencia: ¡Déjalo!. Todo debe ajustarse a ellos, debe estar a su medida, su utilidad práctica no debe impedir sus posibilidades para el juego. Colores claros y alegres para crear un ambiente divertido y placentero. Partiendo de estas premisas diseñé un espacio.”