Libro de Evangelios de Lindisfarne, Ingalterra, 698 y Beato de Facundo, mediados del siglo XI. Texto de la publicación: J.T.
La predicación en Irlanda fue muy intensa en los siglos V y VI y el Evangeliaro era la herramienta principal. El libro de evangelios de Lindisfarne es especialmente hermoso y suntuoso. Aunque es de una época temprana de los libros miniados, puede verse ya un trabajo más elaborado que en los primeros libros como el de Durrow del 680. Sus dibujos avanzan hacia la figuración, son menos esquemáticos y geométricos, tanto en las figuras humanas o animales, así como en los ornamentos vegetales. Los evangelistas ya no aparecen solamente como tetramorfos, sino que tienen apariencia humana, pasando el tetramorfo a un segundo plano.
Libro de Evangelios de Lindisfarne
Sin embargo la apariencia es aún hierática, los grupos de figuras vienen siempre enmarcados con remarcados cuadrangulares, donde figuras y letras quedan encerrados. Aunque se trata de obras creadas en la órbita cultural sajona e irlandesa, puede apreciarse la clara influencia de la estética románica o paleo-cristiana en la actitud, en la carga simbólica de todos los elementos colocados, o los ropajes de los personajes, representados aquí con túnicas romanas.También serán muchos los detalles donde se aprecian las reminiscencias del arte de la antigüedad clásica tardía del Bizantino, en las caligrafías, en las escenas elegidas y las composiciones con que se representan.
Hay que destacar también que, uno de los aspectos que singulariza a estas obras a nivel insular, es la ornamentación de las tipografías capitulares y mayúsculas, una novedad hasta entonces en los libros. Se realizarán composiciones laberínticas con estos textos y letras, con una clara intencionalidad estética, llegando a veces a desplazar la legibilidad a un segundo término en importancia.
Sin embargo la apariencia es aún hierática, los grupos de figuras vienen siempre enmarcados con remarcados cuadrangulares, donde figuras y letras quedan encerrados. Aunque se trata de obras creadas en la órbita cultural sajona e irlandesa, puede apreciarse la clara influencia de la estética románica o paleo-cristiana en la actitud, en la carga simbólica de todos los elementos colocados, o los ropajes de los personajes, representados aquí con túnicas romanas.También serán muchos los detalles donde se aprecian las reminiscencias del arte de la antigüedad clásica tardía del Bizantino, en las caligrafías, en las escenas elegidas y las composiciones con que se representan.
Hay que destacar también que, uno de los aspectos que singulariza a estas obras a nivel insular, es la ornamentación de las tipografías capitulares y mayúsculas, una novedad hasta entonces en los libros. Se realizarán composiciones laberínticas con estos textos y letras, con una clara intencionalidad estética, llegando a veces a desplazar la legibilidad a un segundo término en importancia.
Beato de Facundo
El beato de Facundo, es una de las numerosas copias de el libro del apocalipsis narrado por San Juan, un texto con un gran contenido de imágenes extrañas y sugestivas, que tratan de ser explicadas con imágenes y escenas simbólicas en el “beato”. Lo que justifica la variedad y extrañeza, desde las figuras a los colores de las imágenes representadas, donde la información viene codificada entre metáforas visuales y leguajes simbólicos.
Aunque existe una influencia bizantina o Carolingia, que aún pueden apreciarse en las geometrías y el tratamiento de algunas figuras y letras, la ausencia de volumen, o las representaciones conceptuales, el mestizaje con el mundo hispano-musulmán es aquí tan fuerte que supera estas influencias iniciales. Y es, esta marcada impronta mozárabe e hispanomusulmana, la que hace de estos “Beatos” unas obras netamente locales. Resultando llamativo que, aunque se trata de un escrito claramente anti musulmán, esta lleno de referencias estéticas al arte hispano-musulmán, que evidencian no solo el posible intercambio de sus artistas, sino el referente cultural de este mundo frente al arte visigótico y románico en la España del momento.
El beato de Facundo, es una de las numerosas copias de el libro del apocalipsis narrado por San Juan, un texto con un gran contenido de imágenes extrañas y sugestivas, que tratan de ser explicadas con imágenes y escenas simbólicas en el “beato”. Lo que justifica la variedad y extrañeza, desde las figuras a los colores de las imágenes representadas, donde la información viene codificada entre metáforas visuales y leguajes simbólicos.
Aunque existe una influencia bizantina o Carolingia, que aún pueden apreciarse en las geometrías y el tratamiento de algunas figuras y letras, la ausencia de volumen, o las representaciones conceptuales, el mestizaje con el mundo hispano-musulmán es aquí tan fuerte que supera estas influencias iniciales. Y es, esta marcada impronta mozárabe e hispanomusulmana, la que hace de estos “Beatos” unas obras netamente locales. Resultando llamativo que, aunque se trata de un escrito claramente anti musulmán, esta lleno de referencias estéticas al arte hispano-musulmán, que evidencian no solo el posible intercambio de sus artistas, sino el referente cultural de este mundo frente al arte visigótico y románico en la España del momento.
Beato de Facundo
Es además este Beato, la copia más suntuosa y elaborada: La utilización de llamativos colores simbólicos, las figuras humanas que desarrollan actividades y labores, o la exuberancia de los ángeles, demonios y animales fantásticos no tiene parangón en la época. Se trata por tanto de la ultima muestra de un arte autóctono, original, frente al románico incipiente, un estilo de vocación internacional, que puede apreciarse en el libro de Lindisfarne, Inglés, o en los libros Franceses. Con posterioridad se siguieron haciendo muchos beatos, pero ya mucho más románicos que mozárabes.
BIBLIOGRAFÍA
Historia del arte de la antigua edad media. Mª Teresa González, Esther Alegre, Genoveva Tusell. Editorial Ramón Areces. 2011 Una Historia del Arte Universal. Ramón Otero Pedrayo. Editorial Galaxia. 2004
Es además este Beato, la copia más suntuosa y elaborada: La utilización de llamativos colores simbólicos, las figuras humanas que desarrollan actividades y labores, o la exuberancia de los ángeles, demonios y animales fantásticos no tiene parangón en la época. Se trata por tanto de la ultima muestra de un arte autóctono, original, frente al románico incipiente, un estilo de vocación internacional, que puede apreciarse en el libro de Lindisfarne, Inglés, o en los libros Franceses. Con posterioridad se siguieron haciendo muchos beatos, pero ya mucho más románicos que mozárabes.
BIBLIOGRAFÍA
Historia del arte de la antigua edad media. Mª Teresa González, Esther Alegre, Genoveva Tusell. Editorial Ramón Areces. 2011 Una Historia del Arte Universal. Ramón Otero Pedrayo. Editorial Galaxia. 2004
Breve Historia del Arte. David Giralt. Editorial Globo. 1997
La Alta Edad Media. Julio Valdeón. Anaya. 1992
Historia del Arte, historia, lenguaje, épocas, estilos. Maria Carla Prette, Alfonso de Giorgis. Susaeta
Fauna Fantástica de la Península Ibérica. Ignacio Malaxecheverría. Editorial Kriselu. 1991
Manuscritos y miniaturas: el libro antes de Gutenberg. Giulia Bologna. Anaya. 1994.
Beato de Liébana. Umberto Eco. Franco Maria Ricci. 2001.
La miniatura medieval. Otto Pätch. Alianza Forma, 1993.
Obras maestras de la iluminación. Ingo F. Walther, Norbert Wolf. Taschen. 2005. -La miniatura española en la Alta Edad Media. John Williams. Editorial Casariego. 1987
La Alta Edad Media. Julio Valdeón. Anaya. 1992
Historia del Arte, historia, lenguaje, épocas, estilos. Maria Carla Prette, Alfonso de Giorgis. Susaeta
Fauna Fantástica de la Península Ibérica. Ignacio Malaxecheverría. Editorial Kriselu. 1991
Manuscritos y miniaturas: el libro antes de Gutenberg. Giulia Bologna. Anaya. 1994.
Beato de Liébana. Umberto Eco. Franco Maria Ricci. 2001.
La miniatura medieval. Otto Pätch. Alianza Forma, 1993.
Obras maestras de la iluminación. Ingo F. Walther, Norbert Wolf. Taschen. 2005. -La miniatura española en la Alta Edad Media. John Williams. Editorial Casariego. 1987